Salmo 91:13

Pisotearás leones y cobras;
¡aplastarás feroces leones y serpientes bajo tus pies!

Este texto es enigmático donde se plantea que la persona que es protegida por Dios tendrá el poder de aplastar a fieras, y serpientes y también a los leones y víboras. Cuando se escribió este salmo encontrarse con ese tipo de animales salvajes parece que era bastante común, se vivía en esas sociedades y la seguridad personal dependía de la valentía y la fortaleza personal.  Los tiempos han cambiado y hoy, siendo que el ochenta por ciento de la población mundial vive en ciudades, las “fieras y las víboras” en nuestras vidas son otras. Las amenazas que nos presenta la ciudad son diferentes, pero también reconocemos que vivir en ciudades tiene muchas ventajas. Los citadinos quizás hoy para conocer un león o una serpiente tenemos que ir a un zoológico o verlo a través de un video.

Recuerdo la primera vez que vi un león y algunas serpientes, y fue en el antiguo zoológico de Santiago de Chile que se encontraba en el cerro San Cristóbal de la capital. Me causo una impresión fuerte y di gracias que estaba enjaulado.  Y las serpientes también me causaron temor, enrolladas en algunas ramas y sacando su lengua.  No son animales que uno quisiera tener de encontrarse o enfrentar.

Hoy en día, muchos confían en la policía para que de alguna manera los protejan de los asaltantes en la ciudad.  Pero, ¿quién nos puede librar y proteger de la envidia, la ira, los deseo o apegos descontrolados, y otras fieras que merodean en nuestra mente? Los amigos budistas han trabajado mucho estos aspectos y han aportado bastante al tema.  Pero creo que en la Biblia y en especial en los evangelios, Jesús con su vida y sus palabras nos enseña mucho al respecto. De alguna manera el control que tengamos de nuestra mente es clave para la vida cotidiana y para poder tener paz y reflejar esa armonía con Dios, las demás personas, con nosotros mismos y con la creación.  La meditación, la oración y la reflexión son herramientas que nos ayudan en esta tarea, lo que los maestros de espiritualidad llaman la vida contemplativa.  Es algo que debemos recuperar hoy con urgencia los que vivimos en grandes ciudades.

¿Cuáles son esas fieras en tu vida? Nombra dos o trés específicamente. ¿Deseas que Dios te empodere para derrotarlas? ¿Puedes imaginar cómo sería tu vida si tú, por el poder de Dios en ti, dominaras a estas amenazas en vez de que ellas te dominen a ti? Te invito a escoger UNA disciplina contemplativa (meditación, oración intensional, reflexión de textos bíblicos, o memorización de la Biblia) que quisieras practicar para combatir alguna de esas áreas.

Para terminar, ora a Dios pidiéndole que te guíe en cómo aplicar esta disciplina. Después, te animo a crear una estrategia simple y practica para implementar esta semana (por ejemplo, memorizaré un versículo para combatir mi ansiedad y lo repetiré cada mañana al comenzar el día). ¿Ya lo tienes? Compártelo con un amigo o familiar.

Escrito por Patricia Tamara Cofre