Salmo 91:9

Si haces al Señor tu refugio
y al Altísimo tu resguardo.

La porción bíblica traída para la reflexión de hoy llama a Dios por un nombre sagrado Dios Altísimo (Elyón –  עליון) que viene del hebreo cuyo significado describe una de la características de Dios.

¿Cómo podemos entender a Dios Altísimo en medio del temor?

Creo que todos podemos recordar cuando fuimos niños y niñas, travesuras que a la luz de nuestros años quizá ya no podrían ser tan graves, pero que en el momento en que lo cometimos, pensamos que era nuestro fin.

Yo podría hablar de algunas travesuras propias y de mis hermanos en donde tuve que correr y esconderme por miedo al castigo, esas memorias pueriles me hacen recordar el terror al castigo de mi padre un hombre bueno pero muy rígido al que no se le podía explicar nada y que creía que el castigo físico era el método más eficaz de corrección.

Aunque era muy pequeña e inocente sabia dos cosas muy claramente sin que nadie me las hubiera enseñado:  Uno, que los adornos que rompí eran costosos y que la furia de mi padre iba a caerme encima; pero en la misma fracción de segundos que articulé ese pensamiento, mi cerebro y corazón elaboraron la esperanza de protección que en esos años era la casa de mi abuelo paterno quien vivía junto a nosotros y a donde corrí inmediatamente a refugiarme.

Sabía que mi papá tenía el poder de reprenderme y muy fuertemente pero también sabía que por encima de mi papá existía una autoridad más grande que era mi abuelo Julito, a quien él también respetaba. Mi abuelo siempre nos protegía, nos mimaba con golosinas y yo sabía a mi corta edad que él no iba a dejar que ni mi madre o padre pudieran aplicar sus correcciones, al menos no en su presencia.

Lo que fue perceptible para mi cuando era niña, está presente también en nuestro ADN espiritual. Reconocemos que los problemas, las tribulaciones que estamos viviendo son graves y sobrepasan nuestras capacidades, pero inmediatamente buscamos el refugio de esperanza que nos protege con autoridad y poder, nuestro Señor.

Si lo que hoy vivimos nos llena de terror y temor refugiémonos en el que tiene el poder y la autoridad, nuestro Abba nuestro Papito Dios.

¿Tienes hoy temor? ¿Cómo podrías de forma práctica correr al Altísimo en esos momentos de angustia? ¿Cómo puedes apuntar a otros hacia ese refugio?

Escrito por Mayra Soria Escobar